¿Sentís que el frío te corta la cara? La ciencia (y el autocuidado) detrás de esa sensación

Cuando las temperaturas bajan, muchas personas sienten que el frío literalmente «les corta la cara». Esa sensación punzante, incómoda y a veces dolorosa no es solo una percepción: es una respuesta real de la piel al entorno. En este artículo, te contamos todo sobre el cuidado de la piel en invierno, por qué se genera esa incomodidad y cómo podés protegerla y reconfortarla con rituales conscientes de autocuidado natural.

¿Por qué el frío puede doler en la piel?

La sensación de ardor o escozor frente al viento helado o las bajas temperaturas tiene una explicación fisiológica. La piel está llena de terminaciones nerviosas que actúan como sensores térmicos. Cuando detectan frío extremo, activan una respuesta defensiva que puede sentirse como pinchazos o quemazón. A esto se suma la sequedad, que debilita la barrera protectora y deja las terminaciones más expuestas.

¿Qué le pasa a tu piel con el frío?

  • Pérdida de hidratación: El aire frío y seco acelera la evaporación de agua de la piel.
  • Disminución de lípidos naturales: Esto debilita la función barrera, haciendo que la piel se vuelva más sensible e irritable.
  • Menor circulación: Las temperaturas bajas contraen los vasos sanguíneos, reduciendo el flujo de oxígeno y nutrientes a la piel.
  • Aumento de la sensibilidad: La piel se siente más tirante, enrojecida y reactiva.

¿Cómo cuidar la piel en invierno y protegerla del frío?

La clave está en fortalecer la barrera cutánea y brindarle a la piel todo lo que pierde durante esta época: agua, lípidos y protección.

 

Consejos prácticos para una rutina de cuidado facial invierno:

  1. Limpieza suave: Evitá jabones agresivos o espumas que resequen. Usá una fórmula cremosa como la Leche de Limpieza de TICA, ideal para limpiar sin arrastrar los lípidos naturales.
  2. Capas de hidratación: Aplicá primero una bruma como la Bruma Descongestiva de TICA, luego un sérum hidratante (el Sérum Antiage o Iluminador son grandes aliados) y finalmente una crema nutritiva.
  3. Sellado con aceite: Unas gotas del Aceite de Jojoba ayudan a retener toda la hidratación. Es un emoliente ideal para usar como último paso.
  4. Cuidado de labios: Los labios no tienen glándulas sebáceas y se agrietan fácilmente. Usá el Sérum de Labios TICA, que aporta nutrición profunda y restaura la barrera labial.
  5. Mascarilla semanal: Una o dos veces por semana, aplicá la Mascarilla Purificante. Aporta luminosidad, purifica sin resecar y suaviza la piel.

El frío también afecta el ánimo: abracemos el autocuidado emocional

El invierno muchas veces viene acompañado de menor exposición solar, menos movimiento físico y cambios en el estado de ánimo. Es importante que tu rutina de cuidado también incluya pausas, respiración consciente y pequeños momentos para reconectar.

Prepará una infusión caliente, creá tu ritual nocturno con velas, música suave y tus productos favoritos de TICA. Porque cuidar la piel también es cuidar el alma.

Menos frío, más abrigo para tu piel

El frío no solo se siente en la piel: es una invitación del cuerpo a buscar abrigo, contención y cuidado. Y cada paso de tu rutina puede convertirse en una respuesta amorosa. En TICA, creemos en rituales simples pero poderosos que conectan con lo natural, lo sensorial y lo esencial.

 

Con amor,
Celes y el equipo de TICA Sustentable